San Nicolás Restaurante conquista Málaga




Javier Feixas y el equipo de San Nicolás Restaurante consiguieron anoche "parar el tiempo". Ubicados en el antiguo Carmen de Lindaraja, en una de las zonas más mágicas de Granada, el Barrio del Albaicín y con la Alhambra como testigo, Javier elabora una cocina de profundas raíces granadinas con guiños a Almería y a la Alpujarra que ambas provincias comparten. Todo ello se transportó ayer a La Terraza de la Aduana, que junto con La Tarasca y San Nicolás, forman parte del Grupo La Borraja

La Alcazaba fue digno testigo de una cocina llena de sabores intensos. Profundo trabajo en fondos que se refleja en los sabores potentes de los platos, sin restar un ápice de protagonismo al producto. Interesante actualización de recetas de la provincia que seduce y deja con ganas de más. 

Bonito discurso con la provincia de Granada como hilo conductor. Una provincia completísima con una costa que ofrece productos maravillosos como esas Quisquillas de Motril, protagonista indiscutible del plato estrella de la noche. Quisquilla fresca, concentrado de sus cabezas, la quisquilla atemperada con su propio jugo y sus patitas fritas. Un plato goloso como él solo, umami puro. 


No fue la única maravilla de la noche. Puro sabor a mar en la Ostra con gelatina de vermú y espuma de naranja y maravilloso homenaje a la Alpujarra y a Almería Capital Gastronómica 2019 con esas Gachas picantonas con gamba roja de Garrucha. Un mar y montaña elegantísimo en el que nuevamente nos conquista ese fondo trabajado, sabroso, suculento... y si la costa granadina nos conquistó, su interior no iba a ser menos. Deliciosas las Mollejas de cordero glaseadas sobre su grasa y puré de apionabo y vainilla. ¡Qué ricas son unas mollejas bien cocinadas!



Los vinos de la noche fueron cuidadosamente seleccionados por Javier Jiménez. Barranco Oscuro, Poeta en Nueva York, Descalzos Viejos, Cesar Príncipe y Toro Albalá fueron las bodegas elegidas. Nos sorprendió muy gratamente el Brut Nature de Barranco Oscuro, un proyecto de Manuel Valenzuela que produce vinos naturales en los viñedos más altos de Europa cultivados naturalmente. 1.368 metros de altura que regalan un clima mediterráneo durante el día y continental durante la noche, aportando una singularidad a los vinos imposible de encontrar. 


¡Y re-descubrimos el aceite que seguro alegrará nuestros próximos desayunos, AOVE Sacromonte! Después de probarlo, no te queda más remedio que querer una de sus preciosas botellas en tu despensa. Un coupage natural de las variedades Arbequina (80%) y Picual con un maravilloso aroma a tomatera, una entrada suave y un ligero toque picante final que enloquece.
Estamos deseando saborear esta cocina y disfrutar de esta sala en el Barrio del Albaicín con el Palacio Rojo como bastión indiscutible de una ciudad que hace mucho que nos enamoró. 

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