Bagá: cumpliendo sueños


Poco queda ya por escribir de Bagá. Bueno, poco o mucho, porque me da a mi que esta cocina tiene para rato y que probablemente su historia, que ha comenzado a lo grande, todavía no ha contado ni la mitad de lo que quiere contar. 

Recuerdo el fantástico artículo en el que Don Carlos Mateos (@misterespeto) describía esta casa como un izakaya (típico bar o restaurante japonés) y lo recuerdo porque además de ser un artículo sublime en el que volvimos a constatar cuánto nos queda por aprender, en ese momento leía "El cielo es azul, la tierra blanca" de Hiromi Kawakami y venía a mi mente esa pequeña taberna en la que el cocinero charlaba con los clientes mientras hacía magistrales cortes al pescado o preparaba soberbios bocados con el tofu. 

Al entrar a Bagá todos esos recuerdos, todas las expectativas se agolparon en mi mente y todo fue aún mejor de lo soñado. Hacía tiempo que queríamos venir. Desde que probamos la cocina de Pedro Jaén en Casa Antonio, desde que por casualidad empecé a seguirlos en las redes y asistimos en la distancia al nacimiento de una historia, de un gran proyecto.


Nos encantó estar en la barra, viendo como esas pequeñas raciones llenas de sabor se remataban delante nuestra. Quedamos embobados con esa gran sincronización, nadie se tropezaba, nada se caía, todo sucedía como en un baile que se ejecuta sin casi moverse del sitio, como una elegante carrera de relevos en el que de forma sutil un corredor daba el turno al otro. Y así, casi sin quererlo, llegó un maravilloso  Ajoblanco de coco y almendra con granizado de piña y albahaca que no paro de recordar. ¡Y mira que habré probado ajoblancos! pero este me llegó al alma. Y si al alma me llegó el ajoblamco, los Guisantes del Maresme en jugo de mazorca de maíz asada con mantequilla negra me llegaron al corazón. ¡Qué gran combinación! 


Me hacía gracia cómo te explicaban, así tranquilamente, lo fácil que era hacer esto o aquello. Pues nada, no ha habido forma de que mi coliflor sea ni remotamente parecida a la Coliflor, mahonesa templada de ostras y almendra amarga que tanto nos sorprendió y aunque estoy contenta con el truquito de las alcaparras fritas, mucho tendré que practicar para disfrutar como lo hice allí con la Ostra asada, guiso de trigo, ventresca de atún y alcaparras fritas



Bagá es un espectáculo, pero no de variedades, es el típico que cuando acaba nadie dice nada, nadie se levanta y no porque no haya gustado, sino al contrario, porque pretendes retener todas las sensaciones, los sabores, la experiencia... Háganse un favor y dense una vuelta por este rincón y por su provincia. Aprovechen para conocer esa tierra que tanto ama Pedro Jaén. Nosotros ya estamos echándole ojo al calendario para una segunda vuelta. 

https://bagagastronomico.com
953 04 74 50
C/ Reja de Capilla, 3
Jaén 







Comentarios

  1. A pesar de estar todo escrito sobre Bagá, habéis conseguido añadir unas líneas excelentes. ¡Bravo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario