Esto de tener una "Foodie Kuadrilla" es la leche porque resulta que cuando a ti no se te había ocurrido un plan gastronómico, se les ocurre a ellos. ¿Y sabéis qué? Que esas son las mejores, las que se improvisan, las que se hacen corriendo en una escapada de mediodía o las "liadas" de los días antes de fiesta. Así que con ese plan nos plantamos en Belaustegui y ¡vaya si disfrutamos!
Llegar a este imponente caserío del siglo XVII en el alto de San Miguel te deja sin aliento y no solo porque la casa es preciosa, sino porque las curvas de la carretera se las traen un poco. Son 5km de serpenteante carretera desde Elgoibar. Cuando brilla el sol, la magnífica terraza en el bello entorno natural que rodea este antiguo caserío familiar se antoja obligatoria, pero si al mal tiempo que suele hacer en la zona le da por aparecer, no sufras, el interior es de lo más cálido y acogedor: la chimenea de la entrada o el fuego bajo del comedor principal te atraparán sin remedio. Un servicio profesional y muy agradable redondea la experiencia.
El restaurante ofrece en la zona del bar y entre semana un estupendo Menú del Día (15,00€ / 17,00€ en la terraza en verano) y también se puede optar en la zona del comedor por comer a la carta o por disfrutar del Menú Degustación (39,50€ bebida no incluida). Del Menú nos entusiasmaron la Latita de Txangurro y Marisco con Anchoas en Vinagreta y la Terrina de foie casero con sus compotas y Módena, muy resultón y sabroso el Rabo de toro deshuesado en su jugo con rioja Alavesa y brandy. Algo por debajo del nivel del resto de los platos, sin embargo, el Lomo de Bacalao a la plancha con piperrada y sofrito de teriyaki. Quizá un exceso de salsa o un fallo en el punto de sal del pescado hicieron que la propuesta resultara demasiado salada. Tampoco destacó el postre, un Biscuit de higos de caserío, que aunque rico, a estas alturas de la comida resultó algo pesado.
Le echamos el ojo a muchísimas de propuestas de la carta. Sabiendo que Josu Mugerza, el chef de Belaustegui, es conocido por su destreza con las carnes de canguro, bisonte y otros animales exóticos habrá que hacer otra visita y acompañar esas carnes con alguna de las joyas de su bonita bodega. Como bien dice el lema de esta casa, Belaustegui es "un lugar donde el tiempo descansa y los sentidos despiertan." Su visita es más que recomendable.
Llegar a este imponente caserío del siglo XVII en el alto de San Miguel te deja sin aliento y no solo porque la casa es preciosa, sino porque las curvas de la carretera se las traen un poco. Son 5km de serpenteante carretera desde Elgoibar. Cuando brilla el sol, la magnífica terraza en el bello entorno natural que rodea este antiguo caserío familiar se antoja obligatoria, pero si al mal tiempo que suele hacer en la zona le da por aparecer, no sufras, el interior es de lo más cálido y acogedor: la chimenea de la entrada o el fuego bajo del comedor principal te atraparán sin remedio. Un servicio profesional y muy agradable redondea la experiencia.
El restaurante ofrece en la zona del bar y entre semana un estupendo Menú del Día (15,00€ / 17,00€ en la terraza en verano) y también se puede optar en la zona del comedor por comer a la carta o por disfrutar del Menú Degustación (39,50€ bebida no incluida). Del Menú nos entusiasmaron la Latita de Txangurro y Marisco con Anchoas en Vinagreta y la Terrina de foie casero con sus compotas y Módena, muy resultón y sabroso el Rabo de toro deshuesado en su jugo con rioja Alavesa y brandy. Algo por debajo del nivel del resto de los platos, sin embargo, el Lomo de Bacalao a la plancha con piperrada y sofrito de teriyaki. Quizá un exceso de salsa o un fallo en el punto de sal del pescado hicieron que la propuesta resultara demasiado salada. Tampoco destacó el postre, un Biscuit de higos de caserío, que aunque rico, a estas alturas de la comida resultó algo pesado.
Le echamos el ojo a muchísimas de propuestas de la carta. Sabiendo que Josu Mugerza, el chef de Belaustegui, es conocido por su destreza con las carnes de canguro, bisonte y otros animales exóticos habrá que hacer otra visita y acompañar esas carnes con alguna de las joyas de su bonita bodega. Como bien dice el lema de esta casa, Belaustegui es "un lugar donde el tiempo descansa y los sentidos despiertan." Su visita es más que recomendable.
El tipo me cayó genial, y el marmitako estaba de vicio. Un gran sitio, buena elección.
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