Istria es uno de los rincones más bonitos de Croacia. Aunque no está libre de turismo, se respira más tranquilidad que en ciudades como Dubrovnik o Split y ofrece una buena cantidad de atractivos: ciudades preciosas, playas solitarias y aguas cristalinas, salpicadas del encanto italiano que le da haber pertenecido al país vecino hasta no hace tanto.
Y si tranquilas son ciudades como Porec, Pula o Rovinj, mucho más lo es Bale, un precioso pueblo con encantadores calles adoquinadas y donde tuvimos la gran suerte de alojarnos durante el Festival de Música que celebran en agosto.
Paseando pos sus tranquilas calles, nos topamos con Kamene Price, donde es posible desayunar, comer o simplemente tomar una copa. Sus rincones están llenos de referencias al jazz: los nombres de los platos, la música de fondo, el interior del local... y aunque la comida no estuvo mal, no nos pareció nada destacable. Sí nos gustó mucho para tomar café mientras lees tranquilamente por la mañana o para probar alguno de los ricos vinos croatas que se producen en esta zona antes o después de la cena.
Si vienes por esta zona, date una vuelta por Bale, seguro que te conquista.
Castel ul. 57
Bale
Istria
(Croacia)
De lunes a domingo de 10:00 a 23:00
El sitio (la ciudad) parece preciosa y muy alejada del turismo. Sin duda, esa zona es un gran huevo que debo rellenar pronto. Y la mesa de madera de la primera foto me ha robado el corazón, junto con la ventana de la última.
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