Bodega La Capuchina, una joya de bodega a un paso de Antequera



Visitamos la Bodega La Capuchina de la mano de Justine, Carmen y Noelia en una de las experiencias más bonitas que hemos vivido desde que tenemos el blog. Ya conocíamos alguno de sus vinos, nos los había recomendado Charo Carmona de Arte de Cozina ¡cuánto aprendemos con ella! y curiosamente, la primera vez que los probamos fue en el País Vasco. ¿Será verdad que algunos no son profeta en su tierra? Creo y espero que no. El consumidor se va formando más, cada vez hay más gente consciente de que somos lo que comemos y bebemos y que es necesario disfrutar vinos de calidad y vinos de cada zona porque, por suerte, la geografía española es muy amplia y diversa y produce vinos muy variados y de gran calidad. 



La experiencia que nos propusieron fue una visita a la Bodega con almuerzo y cata de sus vinos, por supuesto, recorrido por el viñedo y una actividad de mindfulness. ¿Podéis imaginaros andando en silencio entre pájaros y viñedos y meditando entre velas y barricas de vino? ¿Sugerente, no? Pues fue mucho más. La sensación de bienestar que experimentamos durante todo el día y el relax con el que volvimos a casa creo que nos duró varios días. Por si fuese poco, si ya nos gustaban sus vinos, ahora nos gustan mucho más. Vinimos cargados a casa, ¡claro! y cada vez que abrimos una botella no podemos evitar mirarnos y sonreír. 

La bodega es taaaan especial. Susana, su dueña, nos acompañó en el paseo y el almuerzo y nos explicó la elaboración de los vinos que luego pudimos catar. El Capuchina Vieja Moscatel Seco, fresco y lleno de fruta en boca. Elaborado con la variedad malagueña Moscatel de Alejandría, está lleno de aromas cítricos, frutas tropicales y flores blancas. El Capuchina Vieja Tinto, elaborado con Syrah y Cabernet Franc, tiene un precioso color cereza y unos toques persistentes de fruta madura que lo hacen muy agradable. Y finalmente el que para nosotros resultó más especial, y eso que no somos muy de vinos dulces, Capuchina Vieja Sol. Es un vino Naturalmente Dulce, es decir que el alcohol y el azúcar que contiene viene de la uva, no se le añade ninguna sustancia. La uva se deshidrata en la planta dando un vino que, al servirlo muy frío, expresa todas sus virtudes sorprendiendo y agradando en gran medida. 

El Moscatel Seco y el Capuchina Vieja Tinto lo tomamos delante de la chimenea maridados con queso y unas riquísimas migas preparadas por el Restaurante Molino Blanco de Antequera y el Capuchina Vieja Sol lo disfrutamos sobre una manta en el bellísimo jardín, mientras el sol se colaba por las ramas de los árboles... ¿Se puede hacer mejor...? ¡Difícil!



Muchísimas gracias a Noelia, Justine, Carmen y Susana por regalarnos esta maravillosa experiencia y por hacernos más felices. 

http://www.bodegalacapuchina.es
952 11 15 65 
Mollina

















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