Pubs en Dublín


Dejémosnos de tonterías, por mucho que le contemos a todo el mundo que venimos a disfrutar de la literatura irlandesa, del maravilloso Book of Kells o de los millones de libros del Trinity College, todos sabemos que a lo que realmente se viene a Dublín es a vivir sus pubs, disfrutar de su música y beber sus fantásticas cervezas. Y es que Dublín tiene nada más y nada menos que unos 1.100 bares y es la ciudad con más pubs por kilómetros cuadrados del planeta. 

Hacer el típico top ten es harto difícil porque todo el mundo te recomienda el que a su parecer es el mejor y porque los hay para todos los gustos: el más antiguo, el más musical, el más literario, el más deportista... En nuestra escapada a la capital irlandesa no nos dió tiempo ni a visitar la lista que teníamos, pero os contaremos cuáles visitamos y cuáles nos gustaron más:

The Church (Cruce de Mary Street y Jervis Street) Una iglesia reconvertida en pub, restaurante y night club. Es caro, pero el hecho de tomarte una pinta bajo el imponente órgano en el que Händel practicaba o en el sitio donde se casó don Arthur Guinness, merece pasarse aunque sea una vez. En el salón inferior también hay baile irlandés que puedes disfrutar mientras cenas. La comida rica, pero muuuy abundante, así que cuidado cuando pidas.

El famoso órgano

Irish stew


The Brazen Head (20 Bridge Street Lower) Si hay un pub en el que me hubiese gustado pasar el resto de las tardes de mi vida es este. Es el más antiguo de Irlanda (1198). Tiene una fachada preciosa, un patio que parece el de un castillo y siglos y siglos de historia. Sus paredes han visto desfilar a literatos y revolucionarios y la música suena en su sala todos los días. Jonathan Swift, James Joyce, Daniel O'Connell o Michael Collins dieron cuenta de buenas pintas en esta sala. Nos encantó el ambiente que se respiraba mientras cantaban, la empatía con el público y hasta el momento mágico que se respiró cuando contaron que el próximo año se celebra el 100 aniversario del famoso levantamiento de Semana Santa de 1916. Había tanta magia en el ambiente, que hasta yo me sentí irlandesa por unos minutos. Está algo más alejado de la ciudad, pero como supongo que visitaréis la fábrica Guinness, os coge de paso. 



The Temple Bar (41 - 43 Temple Bar) El archifamoso pub de la fachada roja donde todos los turistas vamos a hacernos la foto. En este pub hay música y ambiente a todas horas y aunque lo que mandan los cánones es tomarse unas ostras con una Guinness, nosotros sólo estuvimos escuchando un poco de música porque es una odisea encontrar sitio. También es de los más caros y depende de la hora y del día, el precio de la pinta varía. 


O'Donoghue's (15 Merrion Row) El singing pub más famoso de Dublín. La música comienza a partir de las 21.30 y se pone a rebosar. A nosotros nos costó muchísimo hacernos con un hueco, pero una vez colocados y con nuestra buena cerveza en la mano, sólo tuvimos que disfrutar de la música mientras mirábamos los cientos de fotos de la mítica banda The Dubliners que cuelgan de las paredes.



The Palace (21 Fleet Street) Si es algún pub vivimos de verdad la hospitalidad irlandesa fue en este. Ni un hueco libre hasta que un amable irlandés nos hizo un sitio en su mesa. Después de algunas pintas de Guinness, ¿cómo no? terminamos charlando. Bueno, unas pocas él, porque en el rato que nosotros tomamos una, él se encargó de tomarse tres. Curioso que pidiera otra cuando la anterior iba por la mitad.


Oliver St. John Gogarty (58 Fleet Street) Tras una amarilla fachada plagada de banderas, se encuentra otrode los pubs más bulliciosos de Dublín. Cuesta trabajo creer que sea otro de esos pubs llamados literarios. Creo que de literario sólo le queda su nombre, en honor al famoso poeta y novelista. Hay dos sesiones de música tradicional al día y tiene muchas combinaciones distintas de menús para comer. Si prefieres alejarte del ruido, dispone de un comedor más tranquilo en la planta alta. 




O'Neill's (2 Suffolk Street) frente a la estatua de Molly Malone, este fue nuestro primer pub. Nos lo habían recomendado por su Fish and Chips y buen ambiente, pero a la hora que fuimos nosotros estaba algo sosillo y su servicio de buffet, no nos llamó demasiado la atención.