Guinness Storehouse, el templo de la cerveza en Dublín


La fábrica de cerveza Guinness es el "monumento" más visitado de Irlanda y algunos dirán, ¡anda qué...! pero es que si no pasas por aquí eso es como si no hubieses estado en la capital irlandesa, o eso dicen algunos. La primera vez que estuve en esta ciudad sólo tenía 16 años, así que el alcohol ni catarlo y había llegado el momento de arreglar ese problemilla.

Entrar a la fábrica es bastante caro (18,00), como todo en esta bendita capital; bueno todo no, para los amantes de la lectura es un paraiso lleno de librerías fantásticas a precios fabulosos. ¡Vamos que me desvío, pero es que me pierde un libro...! Si compras la entrada anticipada en la web ahorrarás unos eurillos (16,20), pero lo más interesante no es el ahorro de dinero, sino de tiempo, porque ¡no tienes que hacer cola! y sinceramente si hubiéseis visto las colas que nosotros vimos el día que fuimos, pagaráis más sólo por no hacerlas. También te ahorras el rollito cola si tienes la Dublin Pass, pero teniendo en cuenta que aquí todo cierra muy temprano, o eres extremadamente organizado, o no te merece la pena. La entrada incluye una pinta de cerveza en alguno de los cuatro bares que hay repartidos por este Disneyland de la cerveza Guinness y disfrutar de los espectáculos y distintas catas que te ofrecen a lo largo del recorrido. 

A pesar de lo turístico que es, acercarse merece muuucho la pena. Aprendes cosas interesantes de esta popular cerveza y lo mejor, disfrutas de muy buena música y un ambiente excelente. Lo suyo es tomarse la pinta en el Gravity Bar, en la última planta con bonitas vistas a la ciudad, pero cuando llegamos, pensando en sentarnos casi solos, igual que Ángel Martín en Planeta Finito, puñetazo en toda la cara, había que matarse por coger un trocito de cristal. Así que intentamos ver las vistas como pudimos y nos bajamos a la planta anterior donde disfrutamos de lo lindo con un fantástico concierto tomándonos una hamburguesa y una ¿Guinness? ¡nooooo! una Hop House 13 Lager, rubia de la misma casa y con un regustillo final que nos enganchó. ¡Toma ya! Por llevar un poco la contraria. 

Si pasáis unos días por Dublín, acercaos, seguro que os gusta.

St. James's Gate
Dublín (Irlanda)
De lunes a domingo de 9.30 a 17.00 (hasta las 19.00 en julio y agosto)